martes, 20 de diciembre de 2005

Cosas de Familia

Este domingo, comí en casa de mis abuelos, los padres de mi padre, con mis hermanos y mis padres, estabamos celebrando que ya soy un señor ingeniero, más concretamente, un señor ingeniero industrial.

El caso es que fue un gustazo sentirse homenajeado, comimos divinamente y muy rebien.

Pero si pongo este comentario es por que al final de la comida, me quisieron dar un regalo que me tenían preparado, yo ya sabía que tenían algo, pero no sabía el qué.

Bueno, pues el objeto en cuestión fue, y es un reloj de bolsillo de plata que era de mi bisabuelo, también Juan y también ingeniero, de hecho lleva grabado su nombre por la parte de atrás. Ahora puedo decir que lleva grabado el mío.

El reloj es un Longines del 1890, una auténtica maravilla que sigue funcionando divinamente (eso sí, si se le da cuerda, unab vez al día, no olvidarse). Y no sólo es que me enccantara el reloj, que me encantó, que fuera algo tan antiguo y tan bueno (por lo visto le encantó al relojero que lo ha vuelto a poner a punto, una pequeña joya),sino que el hecho de heredarlo, de que fuera de mi bisabuelo y ahora yo lo estuviera heredando.. no sé, me encantó y me emocionó.

Parece de pelicula, no voy a metermelo en el culo( con perdón) si voy a la guerra como en Pulp Fiction pero lo que es seguro es que lo heredarán mis hijos o mis nietos, algún Juan caerá no?

Os dejo con un par de fotitos, las podeis ampliar clikando sobre ellas(esto va por cualquier foto del blog, que lo sepais)

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