jueves, 27 de septiembre de 2012

6.-

jueves 13 de septiembre
La vida que hay en torno a las calles (asfaltadas), las menos, es la de de los cientos de puestos y tenderetes a uno y otro lado de la misma. Se puede encontrar de todo, desde peluquerías de 1 m2, abacerías(aquí aun se conserva la palabra), a 4 flamantes todo terrenos pasando por puestos donde "se graba música". En esto Guinea no se diferencia de otros sitios en los que pueda haber estado antes como Sudáfrica o la India, eso sí aquí todo está en español y hay un gusto general por los carteles pintados a mano de lo más kitch.
 
Para coger un taxi bajo con el Padre Martín a la calle principal de Ekobenam (hay sólo 2 calles en todo el barrio), tenemos que andar 5 minutos. Este fue mi primer contacto con la realidad + cotidiana de la gente de aquí, caminando a buen paso era incapaz de asimilar toda la información que intentaba captar casi con ansia. "Estas son las casas de los que serán mis alumnos".
Un espurreo sin orden alguno de casas mayoritariamente de madera con patos y gallinas corriendoacá para allá. Detrás de una de ellas veo un hombre de pie todo enjabonado, basura a los dos lados de los caminos, no tanta como en las ciudades indias pero mucha más de la que debería.. Aquí un porche con una mesita con 12 tomates, unos saquitos de plastico con un puñado de...¿sal?¿azucar? "Se vende saldo" anuncia un cartel, de repente una valla rodeando un conjunto de 4 casas, el espacio entre casas que parece de todos ya no lo es...y justo antes de llegar a la carretera un bar con la música mas atronadora que he oido nunca.. 
Vemos niños,  un gato tuerto, madres sentadas en los porches. Todos nos miran pasar... muy pocos nos saludan, varias miradas perdidas, poca alegría...
Un niño grita "¡Chino!¡Chino!", señalandonos.
 

No hay comentarios: